miércoles, 25 de agosto de 2010

Zamora-Bamba-Zamora

-Recorrido: Zamora-Bamba (por muchos caminos)-Zamora

-Km: 35,34

-Tiempo: 2:05:35

-Vel. media: 16,88

-Vel. máxima: 46,18


Bueno, pues con todo el calor que hoy hacía en Zamora, y después de homologar el recorrido de ayer corriendo (7,15 kilómetros para los más curiosos), salimos cinco valientes (Maite, Molina, David, mi padre y yo) dispuestos a pasar mucho calor (y envidia viendo alguna piscina). Pensamos en ir al Viso, pero, al final, entre unas cosas y otras, nos tuvimos que quedar en Bamba porque se nos hacía tarde. Salimos tranquilos. Cuando llevábamos un rato por asfalto, a Molina, para estrenar su bici de doble suspensión, se le ocurre meternos por un camino. Todos de acuerdo. Yo, por las ruedas, llevaba la bici de mi padre. Cuando ya llevábamos un rato por el camino, me pasaron todos y yo me quedé a cola, a rueda del antepenúltimo (el último era yo). Tuve que frenar, y, como perdía velocidad, fuí a poner el pie, pero, como mi padre lleva rastrales, no pude sacar el pie y me metí una buena "galleta", pero, por suerte, nada grave. El resto se había marchado, ya que no se habían percatado de que yo estaba en el suelo. Mientras intentaba sacar los dos pies de los rastrales (no había manera, mis zapatillas son demasiado gordas para estos rastrales, estuve por quitarme las zapatillas y todos), les di una voz y salieron corriendo (con la bici, se sobreentiende) a ayudarme. Pude sacar los pies (a base de porrazos, no había otra alternativa), me quité la bici con los puñe... rastrales y me levanté. Tenía una pequeña rozadura en la rodilla izquierda, justo por encima, una herida en las costillas y justo en el medio de la rodilla izquierda... Pero lo bueno fue que, menos la de las costillas, todos los "daños" estaban al otro lado del lado que me caí: me lo debí de hacer cuando apoyaba el brazo y cuando me caía la bici encima. Pero era para verme: con la bici encima, yo tirado en el suelo e intentando sacarme los pedales. Luego, me curaron las heridas y seguimos, pero, esta vez, yo con mi bici.
Nada interesante pasó hasta que salimos de Villaralbo, ya viniendo a Zamora. Después de haber pasado Casa Aurelia, un buen rato después, se me ocurre preguntar que si alguien iba atacar, para irme con él. Al principio todos dijeron que no, pero, de repente, mi padre dijo que, si arrancaba, él se venía conmigo para alumbrarme el camino (se me había acabado la luz de la linterna y empezaba a oscurecer), así que, metí plato, bajé piñón y a tope. Conmigo salieron Molina, David y mi padre, pero, Molina, se quedó para atrás con Maite. Seguimos David, mi padre y yo. Al final, en los últimos 100 metros, David me pasó.
Luego, volvimos tranquilos lo que quedaba hasta el puente de hierro.

2 comentarios:

  1. Pues no me extraña nada tu caída.. porque el rato que me cambió la burra tu padre por probar mi supermaquinón matasenderos me sentía muy inseguro, y es que llevar rastrales en una bici de montaña es de locos. Las punteras.. bienvenidas sean.. pero los rastrales te sujetan más el pié y te impiden liberarlo rápido en caso de necesidad, y eso en la BTT pasa mucho. De hecho.. recuperé mi bici rápidamente porque me sentía sumamente inseguro en la de tu padre.

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  2. Yo, en la de mi padre voy bien, pero, claro, como tú bien dices, tiene el problema de las punteras. Para carretera, todavía, que es asfalto y, bueno...
    Por cierto, ¿tienes el track?

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