domingo, 8 de abril de 2012

Zamora-Fresno-Peñausende-Zamora

-Recorrido: Zamora-Fresno-Peñausende-Zamora

-Km: 69,92

-Tiempo: 2:47:18

-Vel. media: 25,07

-Vel. máxima: 53,41

-Km 2012: 324,13

Salida en bici de carretera acompañado de mi padre. Ésta ha sido una salida bastante interesante, por ser la primera vez que me metía en un grupo de carretera (que nos encontramos por el camino, y tan solo fuimos un rato), y era impresionante verlos rodar. Ya os contaré más abajo todo. El hecho es que salimos a éso de las 10:15 dispuestos a pasar algo de frío. En cuanto pasamos el puente de piedra, ya no había que parar por los semáforos, así que ya se podía empezar a apretar un poco, teniendo en cuenta que aún había rotondas hasta casi Tardobispo. Tras Tardobispo, una bajada que me gusta mucho, donde, con la de carretera, siempre pasamos de 50 km/h (ésta vez, 53,41 km/h). Pero, en vez de seguir recto, como otras veces, tiramos por el desvíe de la derecha. Seguimos, seguimos... Y, como quien no quiere la csoa, llegamos a Peñausende, donde hicimos una parada para poder comer dos galletas. Seguimos y, tras un buen rato con el plato metido, dándole bien, llendo la mayoría de los tramos a más de 30 km/h, ya quitamos el plato. Pero, como quien no quiere la cosa, nos pasa una chica (que resultó ser Cadete, como yo, solo que ella de ciclismo y yo en atletismo) y dos acompañantes que eran mayores que mi padre. Hasta aquí (luego sigo con lo del grupo) tan solo tuvimos un pequeño incidente con la cadena, que se salió, y con unas ovejas, que casi nos salen a la carretera (al final se quedaron comiendo en el arcén). Bueno, ahora, resultó que la chica competía, y era la que iba tirando. Nosotros cuatro (los dos acompañantes, mi padre y yo) íbamos a su rueda. Y, la verdad, cuando a la chica le daba por hacer series, ¡no había quien la siguiera! Una vez uno de los que iba con ella (con el que me eché un buen "parlao"), ella y yo nos quedamos los primeros (hasta que llegó mi padre) en una cuesta arriba. Este hombre le decía que apretara. "Quita, que así tenemos bastante, como apriete...". Al hombre le entró la risa y me dijo: "Chaval, no me hagas reir". Pero luego llegó mi padre y este hombre se picó con él. Seguimos rodando a buen ritmo hasta Morales del Vino, donde ellos se quedaron y nosotros seguimos hasta Zamora. Tengo que reconocer que lo de ir en grupo de bici de carretera me ha gustado mucho más que lo de ir en grupo de bici de montaña. Será que lo de las ruedas finas lo llevo en la sangre...