martes, 31 de agosto de 2010

Zamora-Almaraz de Duero-Zamora

-Recorrido: Zamora-Almaraz de Duero-Zamora

-Km: 45,73

-Vel. media: 18,58

-Tiempo: 2:27:39

-Vel. máxima: 55,20
Hoy ha tocado salida en bici para soltar piernas, ya que comienzo la temporada y quiero tenerlas bien. Salimos a las 19:05, después de ciertos problemas entre la Ciudad Deportiva y el punto de salida, ya que fuí a avisar a mi entrenador de que no iba hoy a entrenar y, cuando llegué a la salida, el resto se había marchado. Fuí a buscarlos a la Ciudad Deportiva y me econtré con mi padre. Llegamos a donde estaba el resto y fuimos a hablar con Teo, mi entrenador. Me dijo que vale. Mientras ellos hacían caso a mi entrenador, nostros nos marchamos a Almaraz de Duero. Hasta la primera cuesta, la del 9%, fuimos tranquilos, lo malo fue que, en esta subida, se me ocurrió atacar. Salió mi padre detrás y, al final, me dejó “clavado”. Seguimos con algún que otro ataque hasta el puerto. Allí, se marchó mi padre y David y Mayte no me dejaban pasar para cojerlo. Al final, me dejaron pasar. No lo cogí, pero sólo me sacó 1 minuto y poco. Cuando pillé la última recta, pasé de llevar el plato pequeño (llevo ruedas finas, pero es un cuadro de bici de montaña, de hecho tengo la suspesión), a llevar el plato grande y uno de los piñones de abajo. Y también pasé de ir a 11 km/h a ir a 34 km/h. Paré donde estaba mi padre y bajamos a buscar a los otros dos. Los cogimos y, al final, volví a atacar, pero no me siguió nadie (lástima). Luego, tranquilos hasta Almaraz. Nos paramos a coger agua en una fuente y David nos metió por un camino algo complocadillo. La anécdota fue que me bajé de la bici y, cambiando el chip (de ciclista a atleta) les pasé corriendo con la bici “a cuestas” (y nunca mejor dicho, ya que era cuesta arriba). Luego, pillamos la carretera en dirección a Zamora y fuimos más despacio. Paramos una vez a mirar la rueda de Mayte, que parecía esar pinchada, pero no lo estaba, afortunadamente.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Zamora-Bamba-Zamora

-Recorrido: Zamora-Bamba (por muchos caminos)-Zamora

-Km: 35,34

-Tiempo: 2:05:35

-Vel. media: 16,88

-Vel. máxima: 46,18


Bueno, pues con todo el calor que hoy hacía en Zamora, y después de homologar el recorrido de ayer corriendo (7,15 kilómetros para los más curiosos), salimos cinco valientes (Maite, Molina, David, mi padre y yo) dispuestos a pasar mucho calor (y envidia viendo alguna piscina). Pensamos en ir al Viso, pero, al final, entre unas cosas y otras, nos tuvimos que quedar en Bamba porque se nos hacía tarde. Salimos tranquilos. Cuando llevábamos un rato por asfalto, a Molina, para estrenar su bici de doble suspensión, se le ocurre meternos por un camino. Todos de acuerdo. Yo, por las ruedas, llevaba la bici de mi padre. Cuando ya llevábamos un rato por el camino, me pasaron todos y yo me quedé a cola, a rueda del antepenúltimo (el último era yo). Tuve que frenar, y, como perdía velocidad, fuí a poner el pie, pero, como mi padre lleva rastrales, no pude sacar el pie y me metí una buena "galleta", pero, por suerte, nada grave. El resto se había marchado, ya que no se habían percatado de que yo estaba en el suelo. Mientras intentaba sacar los dos pies de los rastrales (no había manera, mis zapatillas son demasiado gordas para estos rastrales, estuve por quitarme las zapatillas y todos), les di una voz y salieron corriendo (con la bici, se sobreentiende) a ayudarme. Pude sacar los pies (a base de porrazos, no había otra alternativa), me quité la bici con los puñe... rastrales y me levanté. Tenía una pequeña rozadura en la rodilla izquierda, justo por encima, una herida en las costillas y justo en el medio de la rodilla izquierda... Pero lo bueno fue que, menos la de las costillas, todos los "daños" estaban al otro lado del lado que me caí: me lo debí de hacer cuando apoyaba el brazo y cuando me caía la bici encima. Pero era para verme: con la bici encima, yo tirado en el suelo e intentando sacarme los pedales. Luego, me curaron las heridas y seguimos, pero, esta vez, yo con mi bici.
Nada interesante pasó hasta que salimos de Villaralbo, ya viniendo a Zamora. Después de haber pasado Casa Aurelia, un buen rato después, se me ocurre preguntar que si alguien iba atacar, para irme con él. Al principio todos dijeron que no, pero, de repente, mi padre dijo que, si arrancaba, él se venía conmigo para alumbrarme el camino (se me había acabado la luz de la linterna y empezaba a oscurecer), así que, metí plato, bajé piñón y a tope. Conmigo salieron Molina, David y mi padre, pero, Molina, se quedó para atrás con Maite. Seguimos David, mi padre y yo. Al final, en los últimos 100 metros, David me pasó.
Luego, volvimos tranquilos lo que quedaba hasta el puente de hierro.

lunes, 23 de agosto de 2010

Zamora-Sobradilla de Palomares-Zamora

-Recorrido: Zamora-Sobradilla de Palomares-Zamora

-Km: 43,90

-Tiempo: 01:39:26

-Vel. media: 24,98

-Puls. medias: 152

-Puls. máximas: 176

-Kcal: 920


Hoy tenía pensado hacer 00:30:00 de carrera a pie o 1.200 metros nadando, pero, entre unas cosas y otras, mi padre me lió para hacer una ruta de 50,00 kilómetros. Por problemas con el agua (más adelante los veréis), nos tuvimos que dar la vuelta antes.
Salimos de casa casi a las 19:10: mi padre con la BH Contour 6.4 y yo con mis ruedas finas (pero con todo el resto de la de montaña, llevo desde hace unas dos semanas con las ruedas finas). El aire nos iba dando de "pu... culo", es decir, un poco de culo y de costado. Mi padre se ponía en el arcén y yo me pegaba a su rueda, como si estuviéramos haciendo un abanico. Cada vez nos daba más el aire de cara y menos de costado, hasta que llegó un momento en el que, prácticamente, nos daba de cara. Una vez, por curiosidad, se me ocurrió mirar al lugar donde llevo la botella, y cuál es mi sorpresa cuando miro y no está. Miro al cuadro de mi padre, preocupado, y tampoco la tenía. Me di cuenta de que las habíamos estado llenando en la cochera. "Papá, ¿qué hiciste con las botellas?" le pregunté a mi padre. "Pues las rellené. ¿Qué pasa?" "Mira a tu portabidones". Pensamos en darnos la vuelta, pero cualquiera volvía con el viento que ha hecho hoy en Zamora. Paramos en Pueblica de Campeán a preguntar si había algún caño. Pero, o los pueblos de Zamora son demasiado modernos o en los pueblos ya no hacen caños, porque no encontramos ni en Pueblica ni en Villalazán. Una de las señoras que estaban allí sentadas (había muchos allí sentados), nos llevó hasta la puerta de su casa y nos dio un baso bien grande de agua (se lo agradezco en el alma). Luego, seguimos hasta Sobradilla y nos damos la vuelta. Paramos en Villalazán para beber agua. Mi padre, ya que habíamos parado, llamó a casa para decirle a mi hermano, que quería ir a jugar al fútbol, que en unos 20 minutos estábamos allí. El agua sabía a metal, pero, por lo menos, estaba fresca. Por fin, desde que nos dimos la vuelta, el aire ya soplaba más de culo. Volvimos a Zamora, nos metimos por una calle para evitar bajar la media... Y nos volvió a dar el aire de cara. ¿¡Pero ésto es posible!?. Luego, a jugar con mi hermano al fútbol (bueno, yo más bien miraba, lo de jugar lo hacía mi padre, yo futbolista poco, yo atleta y ciclista).

miércoles, 18 de agosto de 2010

Zamora-El Perdigón-Cazurra-Moraleja del Vino-Villaralbo-Zamora

-Recorrido: Zamora-El Perdigón-Cazurra-Moraleja del Vino-Villaralbo-Zamora

-Km: 47,26

-Vel. media: 23,01

-Vel. máxima: 45.75


Hoy, en teoría, venían unos periodistas de la revista "Ciclismo Base" a hacer un reportaje sobre las salidas que hacemos por el carril bici los miércoles, pero allí no apareció nadie. Mi hermano pequeño (y el único que tengo) estaba muy emocionado porque le iban a entrevistar. Estábamos Manolo, mi padre, mi hermano y yo solos, así que nos marchamos a dar una vuelta pequeña al carril bici, hasta las siete, para ver si aparecían. Como, cuando volvimos, tampoco estaban, pero estaba allí Maite, que ha competido en ciclismo ("pero cuando era pequeña", como ella dice), nos fuimos a dar otra vuelta pequeña con mi hermano, pero resulta que nos encontramos con otros dos del grupo que hacían mucho que no salían (padre e hijo) y, al final, entre unas cosas y otras, dimos la vuelta entera. Es decir, que, a lo que he puesto arriba de la ruta "Zamora-El Perdigón-Cazurra-Moraleja-Villaralbo-Zamora", hay que añadirle 23,74 kilómetros y un tiempo de 01:07:52. O sea, el panorama es el siguiente: 61,00 kilómetros en 03:11:00.
Bueno, vamos con los 47,26 kilómetros, que son los importantes, los otros solo nos importan a Bicizamora y a mi hermano. Después de que mi padre llegara al Puente de los Tres Árboles de dejar a mi hermano a casa (no le íbamos a meter tanto kilómetro a nuestro paso, con siete años que tiene), decidimos ir a la carretera de Almaraz, pero, al final, cambiamos de opinión y nos fuimos a hacer el recorrido que he puesto de título.
De salida intentamos hacer algun abanico, pero no lo conseguíamos (aquí, un servidor, que no era capaz de ponerse bien) y lo dejamos por imposible. En una cuesta arriba, Manolo y yo nos marchamos y no nos "neutralizaron" los perseguidores. Lo malo fue que me escapé yo en otra, y David y mi padre sí que me cogieron. En otra subida, David y yo fuimos un rato escapados. Después, un rato tranquilos, paramos a rellenar mi botellín de agua, ya que me había bebido toda en El Perdigón, y seguimos. Saliendo, nos encontramos con un vecino que también es ciclista, y otro compañero suyo; se vinieron con nostros. Ellos cogieron un camino, pero nostros, entre que yo tengo unas nuevas ruedas finas en mi bici y que mi padre es más de carretera, fuimos por la carretera. En una ocasión me piqué con el vecino, pero os aseguro que no me quedaron ganas de volver a hacerlo: me pasó como una bala. Eso sí, mi padre le arreó y él (el vecino) no pudo seguirlo, todo sea dicho. También íbamos bromeando con el vecino. Como tiene una Mérida y una Cannondale, le decíamos que la Mérida es para diario y la Cannondale para el domingo.
Una vez que ellos dos se fueron, fuimos más deprisa para ver si llegábamos antes que ellos. No sé si lo conseguimos, porque, cuando llegamos a Zamora, dimos una vuelta por el carril bici. Un camión del Ayuntamiento se nos puso delante en el carril bici. Le intentamos hacer una foto, pero no pudimos. Más tarde, nos encontramos con José Luis Posado. Pero lo bueno vino en el sprint: como en las carreras de atletismo, lo gané en solitario. Salieron mi padre y David y yo, detrás de ellos. Pensé que no podía cogerlos, pero, no, perdieron algo de fuerza y los cogí. Cuando estaba ya a su rueda, mi padre perdió velociad y sólo quedábamos David y yo. David, pensando que yo era mi padre, me iba haciendo de gregario, hasta que llegó un punto en el que le arranqué y no pudo seguirme.


lunes, 9 de agosto de 2010

Cabeza de Framontanos-Cabeza de Framontanos/Cabeza de Framontanos-Cabeza de Framontanos

01/08/10
-Recorrido: Cabeza de Framontanos-Cabeza de Framontanos

-Km: 45,98

-Tiempo: 01:48:47

-Vel. media: 25,2

-Vel. máxima: 44,00


Segunda ruta en bici de carretera, pero la primera con José, otro ciclista del pueblo que le da pero bien a la bici. El día antes, Manolo, un primo de mi padre, había estado bromeando conmigo sobre la salida de este día. A las 9:00 salimos del pueblo por la carretera en dirección Trabanca. Hacía calor pese a ser tan pronto. Al poco tiempo, me llamó mi padre al móvil. "¿Por dónde vais". "Por la carretera de Trabanca". "¿Hasta dónde". Como yo no lo sabía, tuve que sprintar hasta Jose, con el móvil en la boca, porque, mientras hablaba, él seguía a 24 km/h mientras que yo había tenido que bajar a 15. Me dijo que por esta carretera hasta los 18 kilómetros. "Vale". Fue todo lo que me dijo. ¿Para qué quería saberlo? Más adelante lo sabréis. Seguimos para adelante y Jose me preguntó que qué quería mi padre. Le dije que estaba en la Presa de Almendra. "Pues podíamos haber ido con él", fue lo que me dijo. Seguimos tranquilos. Al poco rato, vimos a un señor a lo lejos con una bici de carretera que nos iba haciendo señas. ¿Habría pinchado y querría que le ayudáramos?¿Se querría venir con nostros? Lo reconocimos enseguida: era mi padre. Pero... ¿qué hacía allí si yo estaba en el pueblo y él en Zamora?. Nos paramos, se dio la vuelta y se vino con nosotros. Había dejado el coche en Bermillo de Sayago y, para prepara la Carlos Sastre (que, por cierto, fue ayer), se quería hacer 120 kilómetros. Ni mi madre, ni mi hermano, ni mi abuela ni yo lo sabíamos. Fuimos hablando los tres, sin apenas coches. Luego, ya en Trabanca, José siguió hasta hacerse 60 kilómetros y nosotros nos fuimos en dirección al pueblo. LLegamos, mi padre cogió agua y se marchó a Zamora, sin decirle nada a mi hermano para que no se pusiera pesado.
Una marcha maja.

04/08/10

-Recorrido: Cabeza de Framontanos-Trabanca-Ahigal de Villarino-Robledo-Trabanca

-Km: 39,79

-Tiempo: 1:38:30

-Vel. media: 23.4

-Vel. máxima: 23,4


Una ruta algo especial. El miércoles por la mañana, al igual que el domingo, salimos a las 9:00 de la mañana el pueblo, en dirección Trabanca, para, más tarde, ir a Ahigal, Robledo y Trabanca. ¿Por qué no he puesto Cabeza de Framontanos después? Por un incidente desafortunado. Esta ruta fue más lenta (no mucho más) que la del domingo. En las bajadas, eso sí, Jose se marchaba, pero, con mi peso ligero (y la Orbea Láser, que eso también hace) luego, podía cogerlo en las subidas, por lo que quedábamos igualados. Tuvimos algún pitido de los coches por ir en paralelo, pero no les hacíamos caso; solo una vez José tuvo que meterse al arcén, delante de mí. Mientras volvíamos a Trabanca nos daba el aire casi de cara, y le dije a José una frase que mi padre dice mucho copiada de Pedro Delgado: "En la bici todo da por culo menos el aire". Cuando llegamos a Trabanca, José me dijo: "Ahora, Alejandro, y sin que sirva de precente, vamos a llevarle la cotraria a tu padre y a Perico: te va a dar el aire de culo". Pero de poco me sirvió porque, a los dos kilómetros, me empezó a sonar la bici. Pensé que iba mal cambiado y toqué un poco la palanca de cambio del cuadro. Seguía sonando. Me paré y miré la rueda de atrás: estaba bien. Lo malo fue que miré la de adelante y estaba pinchada. Llamé a mi padre para que llamara a casa de mi abuela y le dijera que iba a tardar porque había pinchado. Fuí caminando un kilómetro hasta que apareció otro ciclista de carretera (con una Colnago ) que había estado en la Quebrantahuesos este año. Me ayudó a arreglar el pinchazo. Mientras lo hacíamos, me llamó mi padre, que no se había enterado del pinchazo. "¿Qué tal, Alejandro?". Me dijo. "Bien, aquí ando con un ciclista arreglando un pinchazo".
Estuvimos un rato hablando de la Quebrantahuesos y, como anécodota, os puedo contar que lo confundí con Eduardo Chozas. Según venía, yo pensaba: "¿Y qué hace Eduardo aquí?". Vosotros tranquilos, que no era él. Después, fuí muy tranquilo hasta el pueblo. Al día siguiente, la cubierta tenía un bollo... Pero eso es otra historia.

sábado, 7 de agosto de 2010

Zamora-Almaraz de Duero-Zamora

-Recorrido: Zamora-Almaraz de Duero-Zamora

-Km: 41,57

-Tiempo: 01:55:23

-Vel. media: 21,62

-Vel. máxima: 51,64


Lo primero, tengo que decir que he hecho dos salidas importantes con la de carretera y que las crónicas sí que las voy a poner, solo que, como he estado en el pueblo y allí no tengo ordenador, no las he podido poner y ahora me marcho a El Barraco (Ávila) a recoger el dorsal de mi padre para la II Ciclomarcha Carlos Sastre, pero espero que el lunes las pueda poner.
Bueno, una vez dicho, os voy a hablar de la ruta que hemos hecho hoy. Salimos en dirección a Almaraz, con la intención de subir el puerto; lo que hiciéramos después, si tirar hasta a Almaraz o ir ya a Zamora (cuestiones de tiempo), lo decidíamos cuando estuviéramos arriba del puerto de Almaraz. Fuimos ya tranquilos de salida (la media lo refleja bien). En una subida había una señal de las que indican el kilómetro en el que estamos, a unos 500 metros de nosotros. Mi padre me dijo: "Antes de la señal, Alejandro, te he pasado" y es que íbamos subiendo y yo iba revolucionando, pero no iba deprisa. Cuando me lo dijo, lanzé un sprint, pero, la final, me pasó. En las bajadas, como no llevaba gafas, ya que me las había dejado en casa sin darme cuenta, me lloraban los ojos, donde peor lo pasé fue en el puerto, que parecía que me había hecho daño con algo, de lo que me lloraban los ojos. En el puerto fuí a ritmo, pero, al llegar a la última recta, pasé de ir a 12 km/h (el ritmo fue lento) a ir a 29/30 km/h. Evidentemente, según el pulsómetro, las pulsaciones me subieron de golpe, al igual que los kms/h.