-Tiempo: 0:38:53
-Media: desconocida
-Puls. medias: 158
-Puls. máximas: 177
Hoy tenía pensado descansar o, si acaso, salir a darme una vuelta en bici (unos 20 kilómetros) para estar bien en la carrera de mañana en Salamanca, es decir, no tener dolor de piernas, pero, con el mal tiempo que hace en Zamora, al igual que en casi toda España (lluvia y mucho, mucho, mucho, pero que mucho viento), mi padre y yo decidimos irnos al gimnasio que hay en la Ciudad Deportiva. Fuimos por la mañana después de haber estado haciendo unas cosillas por Zamora; nos presentamos allí con el chándal encima del culote corto a eso de la 1:30 de la mañana con intención de algo de bici, pero resulta que cerraban a las 2:00, y, para media hora, decidimos volver por la tarde, aunque yo tenía que estudiar Inglés e Historia. No nos quitamos ni el chándal ni el culote corto, y a eso de las 5:00 volvimos al gimnasio, que ya estaba abierto. Nos quitamos el chándal, lo guardamos en la mochila, cogimos las botellas con agua isotónica que habíamos recargado en casa (las dos eran de la bici, una del equipo Mercatone, y es que había que demotrar que éramos ciclistas puros, yo creo que los únicos allí) y nos apañamos dos bicis. A la mía tuvimos que subirle bastante el sillín, igual que a la de mi padre. Una vez hecho esto, mi padre aún aanduvo un poco armando con la posición del manillar y tal. Después empezamos a darle, cada uno a nuestra cadencia de pedaleo, pero apenas había diferencia, ya que los dos pedaleamos como Lance Armstrong, quiero decir, muy rápido y, al igual que el americano, por muchííísimo que me cueste reconocerlo, también avanzamos mucho. Cuando llevábamos aproximadamente 10 minutos comenzé a sudar, y a los 5 minutos rompí a sudar en condiciones. Me caía cada goterón por las napias y por el brazo... y eso que íbamos de corto. Mi padre me dijo que, como m¡esa bici me quedaba algo grande, que parara (poco a poco, que sino, las leches eran buenas, ya os contaré más abajo) y fuera la bici que estaba a su lado, que me quedaría mejo

Se nos fue la luz tres veces, seguramente por el viento. Mi padre dice que piensa repetir, pero yo... va a ser más difícil, no porque esté cansando, sino por los problemas en los músculos que tengo (el CK me dio alto en unos análisis).
Yo os animo a que hagáis lo mismo que nosotros dos.