Zamora-El Perdigón-Tardobispo-Zamora

-Recorrido: Zamora-El Perdigón-Tardobispo-Zamora

-Km: 32,20

-Tiempo: 1:39:27

-Vel. media: 19.43

-Vel. máxima: 40.64

Hoy tenía pensado descansar, pero, como acabé pronto de estudiar, salí un poco con la bici (mañana sí que descanso). A eso de las 19:10 salimos Paco, Molina, mi padre y yo a darnos una vuelta en bici. No salimos muy rápido que digamos. Hubo un rato donde subimos un poco la velocidad, pero luego, enseguida, la bajamos. Molina y yo, como de costumbre, tuvimos más de un sprint. Una vez había una cuesta arriba. Nos escapamos él y yo. Me dejó un poco de ventaja, pero me cogió. Fuimos los dos sprintando, pero, al final de la cuesta, me sacó menos de media rueda (para que luego digas que no lo cuento). Más adelante, tuvimos una anécdota buena, pero esta vez no fue con Molina, sino con Paco. Había una cosa moviéndose por el camino. Paco dijo "¿Qué eso que se mueve?¿Un gato?" Cuando vimos que era un gato, dijo: "Alejandro, ¿vamos a por él?" Paco lo dijo de broma, pero yo no, por lo que salí a por el gato. Paco salió detrás de mi. Cuando ya llevábamos un rato sprintando, no veíamos el gato. Le dije que dónde estaba. Él dijo que se había escondido. Entonces, ¿para qué seguíamos sprintando? Paco dijo que sería mejor bajar el ritmo hasta que Molina y mi padre nos cogieran. Luego, tranquilos hasta un camino de adoquines. Aquello parecía una mezcla del Tour de Flandes y la París-Roubaix. Había una cuesta arriba. Atacó mi padre. Yo fuí detrás de él, pero, como había tanto adoquín, no pude seguirlo. Llegó él primero, yo después, y, detrás de mi, Paco y Molina, pero no sé en qué orden. Después, comimos la barrita y nos fuimos por asfalto, pero de una forma que yo nunca había hecho: dando relevos. Cuando quedaban tres kilómetros para Zamora, poco después de Tardobispo, parecía que se habían alargado 4 más. Llegamos a Zamora y ya, cada uno nos fuimos para nuestra casa.